¿Sabias que Tu masajista te está matando?

En un mundo donde el estrés y las tensiones acumuladas nos tienen a todos al borde de un colapso nervioso, no es de extrañar que los masajistas sean nuestros salvadores predilectos. Pero, ¿qué pasa cuando en lugar de dejarnos como nuevos, nos destrozan por completo?

En este artículo, te contaremos algunas de las malas praxis de los masajistas más habituales en los diferentes tipos de masajes, todo en clave de humor, para que no olvides que, aunque te estén matando, al menos podrás morir de risa.

Masaje sueco: la tortura vikinga

Si alguna vez has visitado un spa, seguro habrás escuchado hablar del masaje sueco. Sí, ese que promete ser suave y relajante, perfecto para aliviar tensiones. Lo que no te cuentan es que, en realidad, es una técnica de tortura vikinga disfrazada de terapia.

Algunos masajistas, confundiendo sus manos con mazos de guerra, aplican tanta fuerza que podrían partir piedras. En lugar de sentirte como si estuvieras flotando en las nubes, te retuerces de dolor mientras tus músculos gritan por misericordia. La próxima vez que vayas a un spa, ten cuidado, porque quizás salgas más contracturado de lo que entraste.

malas praxis en masajes

Masaje tailandés: contorsionismo extremo

Cuando te dicen que el masaje tailandés es una combinación de yoga y masaje, es posible que imagines algo suave y relajante. Pero, querido lector, no te dejes engañar, el masaje tailandés es el arte de doblarte como un pretzel, mientras te aplastan con todo el peso de su cuerpo.

Los masajistas más inexpertos pueden convertir esta técnica en una práctica peligrosa, haciéndote alcanzar ángulos imposibles y causándote más lesiones que alivio. Si no te consideras un contorsionista en ciernes, quizás quieras pensártelo dos veces antes de someterte a esta terapia. 

A menos que, por supuesto, siempre hayas querido probar cómo se siente ser una de esas figuritas de goma que se retuercen en todas direcciones.

Masaje con piedras calientes: la parrillada humana

El masaje con piedras calientes es una terapia que promete ser una experiencia única e inolvidable. Y, aunque es cierto que puede ser muy relajante, también tiene su lado oscuro. De hecho, si no tienes cuidado, podrías terminar como un filete a la parrilla. Los masajistas que no dominan bien la técnica pueden olvidarse de controlar la temperatura de las piedras, dejándolas tan calientes que queman la piel.

Así que si durante tu sesión sientes que estás siendo cocinado a fuego lento, no dudes en decirlo, a menos que quieras acabar oliendo a barbacoa.

Masaje Shiatsu: ninja en accion

El Shiatsu es un masaje japonés que se basa en la presión de puntos específicos del cuerpo para mejorar el flujo de energía y aliviar tensiones. Pero cuando caes en manos de un masajista inexperto, esta terapia puede convertirse en un entrenamiento de pisada ninja.

En lugar de presionar suavemente los puntos clave, algunos masajistas parecen querer atravesarte con sus dedos, como si estuvieran intentando perforar un agujero en tu cuerpo. 

Si en algún momento sientes que te están utilizando como una esterilla de acupuntura gigante, no dudes en hacer un amable recordatorio de que no eres un tatami.

Reflexología: el ataque a los pies indefensos

¿Alguna vez has pensado que tus pies se merecen un descanso? Entonces, es posible que hayas considerado probar la reflexología, una técnica que se basa en masajear y presionar puntos específicos de los pies para aliviar dolencias en otras partes del cuerpo. Pero cuidado, porque podrías encontrarte con masajistas que, en lugar de mimar tus pies, los ataquen como si fueran su peor enemigo.

Presiones extremas, estiramientos dolorosos y movimientos bruscos pueden convertir una sesión de reflexología en una pesadilla para tus pobres pies. Si al finalizar el masaje, tus pies tienen más ganas de salir corriendo que de descansar, probablemente has sido víctima de una mala praxis.

Masaje deportivo: la prueba de resistencia

El masaje deportivo es perfecto para aquellos que buscan aliviar las tensiones acumuladas por el ejercicio y mejorar su rendimiento. Sin embargo, algunos masajistas parecen creer que se trata de una competición para ver quién resiste más dolor.

En lugar de tratar tus músculos con cuidado y ayudarte a recuperarte, estos masajistas te someten a una sesión de tortura en la que estirarán, golpearán y maltratarán tu cuerpo como si quisieran dejarte fuera de combate. Si al finalizar el masaje sientes que has pasado por una pelea de boxeo en lugar de una terapia relajante, quizás quieras replantearte tus opciones.

Masaje con ventosas: ¡Abducido por extraterrestres!

El masaje con ventosas es una técnica milenaria que utiliza pequeños recipientes de vidrio o silicona para crear succión sobre la piel y mejorar la circulación sanguínea. Sin embargo, en manos inexpertas, esta terapia puede hacerte sentir como si estuvieras siendo abducido por seres de otro planeta.

Algunos masajistas pueden dejar las ventosas demasiado tiempo en un mismo lugar, lo que provoca marcas circulares en tu cuerpo, que parecen señales dejadas por visitantes extraterrestres. Si después de una sesión de ventosas te preguntan si has tenido un encuentro cercano del tercer tipo, quizás sea hora de buscar un masajista más experimentado.

Conclusión

Ahora que conoces las malas praxis de los masajistas más habituales en los diferentes tipos de masajes, podrás estar alerta y asegurarte de que tu experiencia sea placentera y no una tortura.

Pero recuerda, aunque tu masajista te esté matando, al menos podrás contar la historia con humor y hacer reír a tus amigos mientras compartes tus anécdotas de supervivencia. servicio de reflexología podal a domicilio en Lanzarote y disfrutar de una experiencia de masaje relajante y rejuvenecedora.