Tu masajista te está matando

¿Sabías que Tu masajista te está matando? 😱

En un mundo donde el estrés y las tensiones acumuladas nos tienen a todos al borde de un colapso nervioso, no es de extrañar que los masajistas sean nuestros salvadores predilectos. Pero, ¿qué pasa cuando en lugar de dejarnos como nuevos, nos destrozan por completo?

En este artículo, te contaremos algunas de las malas praxis de los masajistas más habituales en los diferentes tipos de masajes, todo en clave de humor, para que no olvides que, aunque te estén matando, al menos podrás morir de risa.


Masaje sueco: la tortura vikinga 🛡️

malas praxis en masajes

Si alguna vez has visitado un spa, seguro habrás escuchado hablar del masaje sueco. Sí, ese que promete ser suave y relajante, perfecto para aliviar tensiones. Lo que no te cuentan es que, en realidad, es una técnica de tortura vikinga disfrazada de terapia.

Algunos masajistas, confundiendo sus manos con mazos de guerra, aplican tanta fuerza que podrían partir piedras. En lugar de sentirte como si estuvieras flotando en las nubes, te retuerces de dolor mientras tus músculos gritan por misericordia. Imagina esto: estás tumbado en la camilla, escuchas un crujido sospechoso y, de repente, tu espalda se convierte en el escenario de una batalla medieval. La próxima vez que vayas a un spa, ten cuidado, porque quizás salgas más contracturado de lo que entraste.

Consejo útil: Antes de reservar, pregunta si el masajista tiene experiencia en masajes relajantes o si, por el contrario, se entrenó en el ejército de Ragnar Lothbrok.


Masaje tailandés: contorsionismo extremo 🧘♂️

te dicen que el masaje tailandés es una combinación de yoga y masaje, es posible que imagines algo suave y relajante. Pero, querido lector, no te dejes engañar: el masaje tailandés es el arte de doblarte como un pretzel, mientras te aplastan con todo el peso de su cuerpo.

Los masajistas más inexpertos pueden convertir esta técnica en una práctica peligrosa, haciéndote alcanzar ángulos imposibles y causándote más lesiones que alivio. ¿Alguna vez has soñado con tocar tus pies con las orejas? Este es tu momento… aunque probablemente termines con un esguince cervical. Si no te consideras un contorsionista en ciernes, quizás quieras pensártelo dos veces antes de someterte a esta terapia.

Dato curioso: En Tailandia, este masaje se llama «nuad boran», que literalmente significa «toque antiguo». Pero en manos equivocadas, podría traducirse como «toque que te deja antiguo».


Masaje con piedras calientes: la parrillada humana 🔥

El masaje con piedras calientes es una terapia que promete ser una experiencia única e inolvidable. Y, aunque es cierto que puede ser muy relajante, también tiene su lado oscuro. De hecho, si no tienes cuidado, podrías terminar como un filete a la parrilla. Los masajistas que no dominan bien la técnica pueden olvidarse de controlar la temperatura de las piedras, dejándolas tan calientes que queman la piel.

Imagina esto: te tumbas boca abajo, cierras los ojos y, de repente, sientes un calor intenso en la espalda. ¿Es el paraíso? No, es Pedro, el masajista, que olvidó apagar el horno donde calentó las piedras. Así que si durante tu sesión sientes que estás siendo cocinado a fuego lento, no dudes en decirlo… a menos que quieras acabar oliendo a barbacoa.

Recomendación: Si el masajista lleva un delantal de chef, ¡huye!


Masaje Shiatsu: ninja en acción 🥋

El Shiatsu es un masaje japonés que se basa en la presión de puntos específicos del cuerpo para mejorar el flujo de energía y aliviar tensiones. Pero cuando caes en manos de un masajista inexperto, esta terapia puede convertirse en un entrenamiento de pisada ninja.

En lugar de presionar suavemente los puntos clave, algunos masajistas parecen querer atravesarte con sus dedos, como si estuvieran intentando perforar un agujero en tu cuerpo. ¿Recuerdas la escena de Kill Bill donde Uma Thurman revive tras un coma? Así te sentirás, pero sin la satisfacción de vengarte.

Si en algún momento sientes que te están utilizando como una esterilla de acupuntura gigante, no dudes en hacer un amable recordatorio de que no eres un tatami.

¿Sabías que? El Shiatsu significa «presión con los dedos» en japonés, no «presión hasta que el cliente grite».


Reflexología: el ataque a los pies indefensos 👣

¿Alguna vez has pensado que tus pies se merecen un descanso? Entonces, es posible que hayas considerado probar la reflexología podal, una técnica que se basa en masajear y presionar puntos específicos de los pies para aliviar dolencias en otras partes del cuerpo. Pero cuidado, porque podrías encontrarte con masajistas que, en lugar de mimar tus pies, los ataquen como si fueran su peor enemigo.

Presiones extremas, estiramientos dolorosos y movimientos bruscos pueden convertir una sesión de reflexología en una pesadilla para tus pobres pies. Imagina que tus pies son un teclado de piano y el masajista, un niño de 5 años con ganas de tocar «Für Elise» a martillazos. Si al finalizar el masaje, tus pies tienen más ganas de salir corriendo que de descansar, probablemente has sido víctima de una mala praxis.

Tip profesional: Si el masajista te pregunta «¿Quieres que active el modo trituradora de papeles?», cancela la cita.


Masaje deportivo: la prueba de resistencia 🏋️

El masaje deportivo es perfecto para aquellos que buscan aliviar las tensiones acumuladas por el ejercicio y mejorar su rendimiento. Sin embargo, algunos masajistas parecen creer que se trata de una competición para ver quién resiste más dolor.

En lugar de tratar tus músculos con cuidado y ayudarte a recuperarte, estos masajistas te someten a una sesión de tortura en la que estirarán, golpearán y maltratarán tu cuerpo como si quisieran dejarte fuera de combate. ¿Te acuerdas de Rocky Balboa entrenando con costales de arena? Pues esto es igual, pero sin la banda sonora motivacional.

Si al finalizar el masaje sientes que has pasado por una pelea de boxeo en lugar de una terapia relajante, quizás quieras replantearte tus opciones.

Consejo de supervivencia: Lleva un silbato. Si el dolor es insoportable, ¡sopla y corre!


Masaje con ventosas: ¡Abducido por extraterrestres! 👽

El masaje con ventosas es una técnica milenaria que utiliza pequeños recipientes de vidrio o silicona para crear succión sobre la piel y mejorar la circulación sanguínea. Sin embargo, en manos inexpertas, esta terapia puede hacerte sentir como si estuvieras siendo abducido por seres de otro planeta.

Algunos masajistas pueden dejar las ventosas demasiado tiempo en un mismo lugar, lo que provoca marcas circulares en tu cuerpo, que parecen señales dejadas por visitantes extraterrestres. ¿Te han preguntado alguna vez si eres fan de Stranger Things? Después de este masaje, podrías protagonizar tu propio spin-off.

Si después de una sesión de ventosas te preguntan si has tenido un encuentro cercano del tercer tipo, quizás sea hora de buscar un masajista más experimentado.

Curiosidad: En la medicina tradicional china, las ventosas se usan para equilibrar el qi. En manos de un novato, solo equilibrarán tu paciencia.


Masaje craneosacral: el juego de las sillas musicales 🎵

Añadamos un extra: el masaje craneosacral. Promete aliviar el estrés mediante toques sutiles en el cráneo y la columna. Pero si tu masajista confunde «sutil» con «apretar como si fueras un tubo de pasta de dientes», prepárate para una experiencia traumática.

Imagina que tu cabeza es una pelota de playa y el masajista, un niño hiperactivo en una fiesta. Si sales con la sensación de que te han reordenado el cerebro, algo ha ido mal.


Conclusión 🎭

Ahora que conoces las malas praxis de los masajistas más habituales en los diferentes tipos de masajes, podrás estar alerta y asegurarte de que tu experiencia sea placentera y no una tortura.

Recuerda:

  • Pregunta por la experiencia del profesional.
  • Comunica tus límites de dolor («No quiero llorar, gracias»).
  • Si algo duele más que un meme de «Hello, it’s me» en 2016, ¡alerta!

Pero no todo está perdido. Un buen masaje puede ser tan reconfortante como un abrazo de un oso panda (sí, son tiernos). Así que elige bien y…

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